miércoles, 25 de noviembre de 2009

Es la tercera vez que intento escribir este post y lo borro, no es fácil hablar de fantasmas, especialmente si uno cree (creía) que iban a estar vivos para siempre.
Cuando tenía once años soñaba con cuando tuviera 17, luego cuando tenía 17 ya quería tener 25. Pensaba que todo era cuestión de años, que crecer era el paso del tiempo. Hoy compruebo que lo que se queda atras no son años, son momentos, son lugares, son personas. Lo que se queda son promesas rotas que no pasarán ya, y hoy sé que pasan los años pero no la vida cuando esas promesas no se dejan correr.Traté de retenerlas, detuve el tiempo y empezé a vivir sin vivir, a actuar sin actuar, me quedé inmóvil.
Hoy voy a aceptar que te vayas, que ya no regreses que contigo te lleves todas las promesas, todas las heridas, todos los reclamos, todas tus deudas.

Hoy, por fin -- a mis 28 años-- entiendo que vivir se trata de dejar y como no soy tan fuerte como para guardar todo lo que quisiera, ni modo.

"Another season´s fading
And I´m just getting old have you ever found a way
To run as fast as time
You will find the wind is blowing
You turn around
Who´s left behind?"


Asaf Avidan.

lunes, 23 de noviembre de 2009

Ando queriendo comprar un disco de un cantante Israelí que me tiene enamorada, así que mandé un mail para ver cómo hacerle y me respondieron. Y puede parecer algo muy simple pero me encantó recibir un mensaje de tan lejos, siento un calorcito lindo y me encuentro muy contenta. No cabe duda que la tecnología hace maravillas ( y como hoy quiero ver todo color de rosa no hablaré de las monstruosidades de que también es capaz, como todo supongo).
Bueno, la cosa es que me gustaría hacer que este blog llegara a más personas, no sé qué tendría que hacer, seguro debe haber alguien entre tanta gente en el mundo a quién pueda interesarle. ¿Alguna sugerencia?

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Coincidencias

A veces siento como si mi pecho fuera a explotar, como que algo necesita salir y divertirse un rato....
Cómo me gustaría que hoy pasara una coincidencia, algo inesperado; quisiera ver los ojos más azules, la sonrisa más sincera, la mirada más cálida, las palabras más esperadas....
Ayer canté con todas mis fuerzas para ver si salía eso que quiere salir; hoy me ardió la garganta pero eso sigue adentro....
Yo ví en las películas que un día pasa esa coincidencia que cambia toda la vida; sigo esperando....
A lo mejor la cosa que quiere salir es la coincidencia que estoy esperando; ahora solo necesito que coincidamos ella y yo.

martes, 17 de noviembre de 2009

Cualquiera pensaría que enojarse es de lo más sencillo, pero no, al menos no para todos, y aquí estoy con un montón de enojos rezagados que no sé sacar. Estoy tomando una terapia algo rara, bueno diferente a las que tomado (qué bueno porque esas siempre terminé abandonándolas).
Se trata de sacar esas emociones que se quedaron...cómo decirlo...atascadas y están ahí como almas en pena roendo (del verbo roer, que no sé si se dice así) el alma (energía, ser, karma o cómo sea que le llamen o se llame) y el cuerpo. Y lo más cagado es que terminé golpeando en paños menores un cojín para sentir mi enojo, pero cuando empezaba a sentirlo me daba no sé qué y me ponía a llorar como Magdalena.
Me parece raro que mi cerebro haya encontrado la manera de bloquear algo tan instintivo como el enojo, debo de haber sido muy bien entrenada. La "cultura" y la sociedad deben estar muy orgullosos de mí, soy la pruba viviente de que los instintos se pueden aplastar.
Lástima, lo malo que la cultura no diga qué se hace con los dolores de espalda y cabeza, con las depresiones ni con el nudo en el pecho, porque si lo hubieran dicho me estaría ahorrando pegarle a un cojín en pelotas.
I know I said that I was sure, but rich men can´t imagine poor.

Asaf Avidan.

jueves, 17 de septiembre de 2009

Les presento a mi último rayito de alegría



Alguien a quien quiero un chingo me dio esta cita:
"Everybody´s life sucks, the only difference is how we deal with it"
Saul Bellow.

...Qué razón tenía
Un día decidió no moverse más, quedarse acostado no sonaba mal, al menos era mucho mejor que levantarse, bañarse, ir al trabajo, pasar las tardes viendo la luz desvanecerse junto al sonido de la tele. Hacía tiempo que la comida tenía un cierto gusto a cartón (cosa de los transgénicos seguramente), así que no la extranaría mucho; pero al agua, al agua sí... habría que hacerse de una gran pila de agua y una manguera antes de comenzar con la gran empresa...
Al día siguiente faltó a su trabajo, no contestó el teléfono - no dejo de sonar hasta las diez de la mañana cuando su jefe se aceptó tristemente que no tendría más remedio que hacer lo que oficialmente no le correspondía.
10:30, se levantó animoso, ¿porqué no? era la última vez que se exigiría tan penosa faena; es más, hasta sintió un leve placer al tocar el piso con los pies descalzos. El baño lo postergó para la noche, después de todo, había que procurar algo de higiene para su descanso.
En el mercado se encontró dicharachero y sonriente - la señora de la jarciería pensó que estaba borracho-. Se preparó una última cena, sus platillos favoritos, pero igual la comida no coolaboró y tuvo que tirarla prácticamente sin tocarla, no importaba, de cualquier forma no tenía hambre como desde hacía varios meses, de hecho le alegró mucho pensar que esa sería la última vez que tendría que sentir comida en su boca.
Antes de acostarse tomó un largo baño con agua caliente, llamó al par de amigos que aún conservaba, besó una foto de su madre y tras disponer su fuente de agua se fue a la cama.
Lamentó no sentir un último abrazo, no poder hacer el amor, no volver a leer un buen libro (se consoló pensando en lo mucho que hacía desde la última vez que logró concentrarse con algo); también lamentó todos sus sueños perdidos, pero bueno ahora tendría muchos otros, de eso se trataba todo ¿no?
Escuchó el silencio, sintió la paz que tanto había buscado y cerró los ojos.

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Le encontrarón un año después, las constantes quejas de la vecina de arriba convencieron a la casera de abrir el departamento, decía que su piso estaba lleno de humedad y habían empezado a brotar retoños de una hierba en su alfombra, aseguraba que era cosa del diablo "ya ve como es ese muchacho, si yo siempre supe que era raro, seguro está cosechando marihuana o algo". Tanto habló de ello que todos los vecinos se reunieron para averiguar que pasaba - alguno que otro quería ver si había manera de robarse algún retoñito de su planta-.
Seguía acostado en su cama con una gran sonrisa, de la pila de agua salía una enorme enredadera que cubría todo el cuarto y desprendía un fresco olor a menta.

viernes, 14 de agosto de 2009

Vi una película que se llama ¿Quién muere hoy?, es una película australiana de un director de apenas 22 años. Me impresionó mucho. Un adolescente se suicida de la nada, o al menos para todos eso parece.
Para algunos la vida es muy simple, para otros es muy complicada, y aún, la vida es una y la misma. Observa sus venas antes de cortarlas y el llanto no le deja respirar, ¿qué es tan fuerte como para que consiga el valor de atravesarlas? A lo mejor era una violación, un abandono, una amistad o un amor perdidos, a lo mejor era un pantalón que quería ó que el cielo es azul y no rosa, ó que tenía un lunar en un brazo, ó un mal recuerdo. Es difícil saber, aunque es fácil juzgar. La gente se imagina que lo que lleva a alguien a una acción destructiva debe ser algo muy grave, algo tangible y medible, olvidamos que somos tan diferentes y que para lo que uno es muy fácil para otro puede ser mortal.
Creo que por eso es tan fácil sentirse solo, ¿cómo puedes encontrar a alguien que le dé el mismo valor que tú a las cosas? Creo que es imposible y a veces desespera.
Me cuesta trabajo entender que somos distintos, que cada quien tiene su camino, y aún más trabajo me cuesta, ver esto como algo positivo. Me aferro tanto a que me entiendan que ya no entiendo más nada.
La Biblia dice que debemos ser como la palma, flexibles con el viento y el mundo. Hoy trataré de aceptar que no todo es como yo quiero.

lunes, 10 de agosto de 2009


Estoy sentada frente al monitor esperando saber qué escribir y lo único que sé es que siento una bola enorme que me nubla la vista y no deja salir nada.
Me acuerdo una y otra vez de todas las veces que esperaba a mi papá enrrollada bajo el escritorio, o cuando me alejaba de él tras un desplante y me sentaba en las escaleras o en algún rinconcito y pensaba que así se daría cuenta de cuánto lo necesitaba, pero no, no llegó. Traté de ser buena, de ser servicial, quería que me notara, quería que se acercara aunque fuera por culpa, ¿cómo podría no sentirse mal de que a pesar de todo yo siguiera siendo buena?¿cómo podría no notarme así? ¿cómo mi paciencia y sacrificio podría no superar los gritos de mi hermana?

No, no los superó. Pero los tiempos cambiaron y ella se alejó, entonces vino mi tiempo, él me buscó, me sentí feliz, un plato de segunda mesa, pero un plato de segunda mesa feliz, incomodamente feliz. Igual no duró mucho, aparecieron su mujer, su trabajo, su nueva hija...

Dicen que no soy madura porque esto me sigue doliendo, porque no lo he superado, porque no le he perdonado "todos cometemos errores, él fue un buen padre, siempre te dio todo".

Qué más da, igual no sería tan grave si se hubiese quedado ahí, en el pasado, si no se repitiera cada vez que quiero a alguien, si no siguiera con gente que está y no está, si tuviera claras las cosas, si no me la pasara justificando todo, si no siguiera pensando que es mi culpa cuando no están, que exijo demasiado, que no soy suficiente.

Hoy me duelen, me duelen mucho las noches que lloré porque él había roto de nuevo su promesa, estaba drogandose otra vez, porque sabía que no iba a llegar, porque yo tenía mucho miedo. Al otro día tenía que olvidarlo, tenía que decirme que no pasaba nada, si me daba un abrazo todo estaba bien. Era mejor eso a darme cuenta que no tenía la voluntad para irme, que no podía igual que no podía decirle a mi papá que lo necesitaba, que me lastimaba; igual que no podía dejar de esperar que me abrazara, que me sacará del agujero en que me había escondido cualquier día.

Cómo me duele esperar cosas que no van a pasar, ver a cuántas mujeres un hombre les dice que son lo más importante y que pueden hacer lo que sea por ellas y que... suena tan cursi, y tan estúpido y tan... tan... pero lo quiero, quiero la estúpida historia romántica que crecí creyendo, quiero al príncipe que me saque del estúpido hoyo en el escritorio, quiero a mi papá, no al mío, al que yo quería, quiero que me quieran.

Quiero dejar de ser la niña abandonada, quiero recuperar mi voluntad, quiero fuerza para hacer lo necesario, quiero claridad y quiero huevos.

martes, 7 de julio de 2009

Noviembre mexicano

Tocan en el centro no me acuerdo en qué calle, y tocan bien chingón.
Me recordaron un chingo a la película de Noviembre.









domingo, 5 de julio de 2009





Desde niña he tenido algo de depresiva, y cada que alguien me veía triste decían: "lo que tu necesitas es saber quién eres y aceptarte".
El primero que lo dijo fue mi papá, hasta la fecha sigue repitiéndolo cada que lo veo, yo recuerdo haber abierto los ojos y tratar de evitar que notara que no tenía ni la menor idea de qué quería decir con eso -siempre he querido impresionarlo, cabe decir que no lo he logrado y que si alguna vez le veo un destello de orgullo va acompañado de un consejo que debo seguir, es decir, otra oportunidad de impresionarlo-.
A él le siguieron amigos, maestros, padrinos... yo... seguía sin entenderlo. Supusé que era algo metafísico, mágico, filosófico.
Lo busqué primero en la religión. Leí la Biblia, incluso hasta el génesis y toda su genealogía, no lo encontré. Le rezé todas las noches, le escribí mil cartas y no me contestó.
Me pusé a buscarlo en libros de filosofía y leía a Nitzche, a Kierkegard, a Santo Tomás y no sé a quién chingados más -de todos modos era adolescente y si acaso entendí la mitad, no, menos. Aprendí de la sociedad, de religión, de luchas y de historia, pero tampoco encontré quién era.
Luego busqué en la psicología, tengo toda una colección de Freud. Aprendí que todo lo que hago está regido por una fuerza interna que se fue formando de todas mis experiencias y que no está a mi alcance. Fuí con un chingo de psicólogos y entre que cobraban caro o que les decía lo necesario para que dijeran lo que quería escucha, me aburrí. Y ya estaba peor la cosa, porque ya no tenía que saber nada más quién era , entonces tenía que conocer mi inconsciente para entender mi consciente.
Recurrí a lo místico. Busqué que me leyeran la mano, leí horóscopos y libros de reencarnación. A lo mejor ahí estaba la respuesta, si sabía quién había sido, tal vez podría saber quién soy ahora. Traté de acomodar todo lo que leí con todo lo que me dijeron, hize una mezcla algo extraña y traté de tranquilizarme con eso. No servía de nada, seguí sin entenderme y la gente repitiéndo "tienes que encontrarte, saber quién eres y aceptarte". A todos les pregunté qué tenía que hacer para entenderlo, no sabían. Algunos lo decían honestamente: "ah, eso si no lo sé"; otros daban una respuesta que se oyera interesante: "ah, debes encontrar tu propio camino" ó "tú ya lo sabes, solo debes darte cuenta".
Por fin lo entiendo, alguien que no me dijo la frase de siempre me ayudó a entenderlo. Era tan sencillo, estaba frente a mí y todo el tiempo lo compliqué. Era tan concreto y lo busqué en lo abstracto - un ejemplo más de como se complica mi mente, complicación que me tomó más de veite años descomplicar. Solo tengo que observar qué hago, qué dejo de hacer, qué digo, qué oculto, qué siento, qué quiero y eso soy, todo eso es lo que soy y nada más.

jueves, 2 de julio de 2009

Algo de la marcha por el orgullo gay.








Me equivoqué de hora, caminé en sentido contrario, casi no ví nada, me mojé y me tocó la peor conglomeración en el metro de toda mi vida, pero aquí hay algunas de las diez fotos que saqué.

miércoles, 24 de junio de 2009

Siempre hay alguien igual.

Was he a clever man or an idiot? Well, he could not at this time claim to be clever. He might once have had the makings of a clever character, but he had chosen to be dreamy instead, and the sharpies cleaned him out... That brought him to consider his character. What sort of character was it? Well, in the modern vocabulary, it was narcissistic; it was mosochistic; it was anachronistic. His clinical picture was depressive-not the severest type; not a manic¿ac depressive. There were worse cripples around. If you believed, as everyone nowadays apparently did, that man was the sick animal, then was he even spectacularly sick, exceptionally blind, extraordinarily degraded? No. Was he intelligent? His intellect would have been more effective if he had had an aggressive paranoid character, eager for power. He was jealous but not exceptionally competitive, not a true paranoiac. An what about his learning?-He was obliged to admit, now, that he was not much of a professor, either. Oh, he was earnest, he had a certain large, immature sincerity, but he might never succeed in becoming systematic.

BELLOW, Saul. Herzog.

lunes, 22 de junio de 2009

Let History Be My Judge by W. H. Auden

We made all possible preparations,
Drew up a list of firms,
Constantly revised our calculations
And allotted the farms,

Issued all the orders expedient
In this kind of case:
Most, as was expected, were obedient,
Though there were murmurs, of course;

Chiefly against our exercising
Our old right to abuse:
Even some sort of attempt at rising,
But these were mere boys.

For never serious misgiving
Occurred to anyone,
Since there could be no question of living
If we did not win.

The generally accepted view teaches
That there was no excuse,
Though in the light of recent researches
Many would find the cause
In a not uncommon form of terror;

Others, still more astute,
Point to possibilities of error
At the very start.

As for ourselves there is left remaining
Our honour at least,
And a reasonable chance of retaining
Our faculties to the last.


No sé como pasó que llegué a ser algo que no quería, a lo mejor el problema fue que nunca supe que quería con claridad. De cualquier modo el problema no es cómo llegue aquí, sino cómo no puedo salir.
Cuando tuve mi primer trabajo me dí cuenta que no me gustaba y lo boté, así sin más y ya. Recuerdo haber volteado a ver a una señora que no me acuerdo cómo se llamaba, pero sí me acuerdo que llevaba más de 18 años trabajando ahí y no se veía feliz; la ví y me dio mucha pena, me pregunté porqué no lo había dejado ya, porqué aguantaba ahí. Le pregunté a mi papá por qué pasaba esto y dijo: "con el tiempo la gente se asusta, tiene miedo de no encontrar algo mejor y prefiere quedarse", suspiré y lo olvidé.
Soy maestra y ya no quiero serlo, podría decir que es por este sistema que ve en la educación un negocio, ó por la incompetencia de la SEP para introducir medidas apropiadas y útiles, ó por la indiferencia de los alumnos, ó porque mi jefa me gritó hoy, pero me limitaré a decir que es eso y que no es eso, que estoy cansada, que no me siento cómoda, que me siento como esa señora de los 18 años en ese trabajo y no me gusta sentir miedo.

miércoles, 3 de junio de 2009


Qué fácil es perderse en una ciudad tan grande, tan poblada. Estaba tan ocupada queriendo decir ó ser algo tan especial que ahora ya no me acuerdo qué chingados quería decir y ser.
¿Quién putas soy?
He estado tanto tiempo pensando que estoy triste, que ya no me acuerdo ni por qué.
Como que ya no me reconozco en lo que he hecho los últimos meses, pero si no estoy triste ¿cómo chingados estoy?
¿Cómo putas me siento?
Ay, entre negar el paso de los años y querer entenderlos ya se me olvidó qué quiero estar haciendo. Y ahora ¿Qué chingados hago?

domingo, 3 de mayo de 2009



Tengo mis dudas sobre esta imagen. Espero que no se entienda como algo profano, solo quiero compartir la sensación de miedo que me provoca a mí.
A fin de cuentas creo que eso es lo que trato de hacer, generar en otros las emociones que yo siento.
Bueno, ¿pero a quién le estoy dando explicaciones?
Creo que a Dios por si acaso está viendo mi blog, no sea que crea que lo estoy difamando (esta paranoia me mata).

Es raro como las cosas que parecen tan reales pueden derrumbarse con una sola palabra.
El trabajo, siempre ineludible y pesado, está toda la vida junto a uno y su existencia y necesidad son incuestionables. Bueno, al menos así era hasta el jueves pasado. Siempre creí que la esucela y el trabajo iban mucho más allá de los deseos y meceseres diarios, pero esta vez se demostró lo contrario, el gobierno decidió que se suspendían las clases y entonces así como así estoy sin trabajo, bueno en "cuarentena" ó algo.
Dijeron que había una epidemia, y he de decir que los primeros días me dio una pinche paranoía de aquellas, -- hasta sentí cuerpo cortado y todo-- me la pasaba viendo las noticias y leyendo periódicos. Luego la inercia de las "vacaciones" me ganaron y dejé de informarme. No solo desapareció la paranoía, siento que eso de la epidemia fue un mal chiste y ya.
Y bueno, más allá de todas las historias paranoides y de las teorías de complot, lo que se me hace de los más extraño es darme cuenta de lo poco real que es todo. Uno piensa que algo está ahí para siempre, que nos persigue ó nos hace sufrir ó que es el sentido ó destino de nuestra vida, pero no es cierto, basta con que uno volteé hacia otro lado para que eso desaparezca.
Al parecer todo lo que nos rodea no son más que palabras: nombres, maldiciones, promesas; y me resultqa impactante por fin ver cómo estos simples signos y convenciones pueden matar ó absolver al mundo.

jueves, 2 de abril de 2009

"...Las palabras no podían expresarlo. No es lo que las palabras pueden decir; se trata de algo mudo...,una estrangulación del cuello, un pensamiento que apenas se insinúa y , cuando uno quiere decirlo con palabras, desaparece."

Robert Musil. Las tribulaciones del estudiante Törles".
Es extraño como hay veces en que alguien o algo puede dejar una marca profunda en alguien más con su sola existencia, con una palabra, con una mirada.
Así fue Gurru conmigo, lo ví pocas veces, pero esas veces bastaron para que lo recuerde para siempre y me duela cada que piense en él. Sólo una vez estuvo en mis brazos, sin embargo pude conocerlo mejor que a otros que han estado decenas, su entrega fue total. No hicieron falta las palabras, por eso no hubo halagos ni mentiras entre nosotros, no hubieron esos malentendidos que siempre vienen junto al lenguaje; sólo verdad, lo indecible, sus ojos frente a los míos; su impotencia frente a la mía; su vulnerabilidad frente a la mía.
No quise verle más, acercármele más, era tanto que era insoportable -de ese insoportable con que describe Canetti a El Rey Lear - . No pude y ahora me arrepiento, no tengo ni una foto, tengo pocos recuerdos y muchas ganas de hacer algo por él, hacerle saber que alguien le recuerda como yo le recuerdo, que alguien le quiso como yo le quise.
En fin, ahora no me queda nada más que el odio contra la gallina gorda tonta que lo mató junto con las ganas de patearla y urgencia por llamarlo a un lugar donde tal vez ya no puede escucharme.

jueves, 26 de marzo de 2009

Media Noche

Trabajé con algunas fotos que saqué el día de muertos del 2008. Al ver ésta no pude evitar pensar en Paul Celan.





Media Noche


Media noche. Con las dagas del sueño clavadas en ojos centelleantes.

No grites de dolor: cual telas flamean las nubes.

Una alfombra de seda, tendida entre nosotros, por la que llega la bailarina.

Dedos hilados de espuma de mar nos hunde en los ojos: ¿uno quiere llorar aquí aún?

Ninguno. Así que se arremolina radiante, y el fogoso timbal

suena más fuerte.

Anillos nos lanza, los cogemos al vuelo con las dagas.

¿Nos desposa así? Suena como a añicos y ahora vuelvo a saberlo:


no moriste

de muerte color malva.


Paul Celan.

jueves, 19 de marzo de 2009

Vi la película de "El casamiento de Raquel", es excelente. Transcurre en un lapso de tiempo corto, un par de semanas y muestra cómo se relacionan los miembros de una familia con una de las hijas que sale de una clínica de recuperación de drogas durante los preparativos de la boda de una de la otra hija.
Durante toda la película esa tensión familiar a la que muchos nos hemos habituado tanto se hace casi tangible, puede sentirse de tal forma que termina por enfermar tanto a los protagonistas como al expectador. Creo que es un excelente retrato del modo en que funcionan las familias --y las sociedades en general.
Es claro que en toda familia ocurren cosas desagradables, unos lastiman a otros, hay tragedias. La mayoría de estos sucesos ocasionarían rompimientos en una relación cualquiera (si un amigo insulta, traiciona, roba, miente... uno puede terminar la relación sin ningún empacho y no volverle a ver), pero no en la familia. Se puede ser insultado, traicionado, robado, engañado, castigado.... pero como la familia es la familia hay que quedarse y ser un buen hijo, padre, madre... Y como todas esas cosas suelen ser muy dolorosas, lo que queda por hacer para que la familia siga "funcionando" es NO hablar de ellas. Esos pormenores se acumulan y se acumulan y forman un velo delgado y blanco, como una bruma que no deja ver ya a las personas claramente y crece y se hace más grueso, más pesado, tanto que ahoga.
No sé, tal vez exagere al generalizar, tal vez si soy pesimista como dicen, pero lo que sí puedo decir es que hasta ahora no he conocido a ninguna familia que no tenga este velito (por muy delgado que sea), creo que lo más lejano a esto que he visto son las familias que no tienen ni idea de su existencia.

sábado, 14 de marzo de 2009

Empiezo a sospechar que la edición que compré de la "Metamorfosis" no es muy buena porque dice que su autor es Frank Kafka.