lunes, 26 de enero de 2009


Trato de definir mi estilo en la foto, pero siempre que empiezo, la foto toma su propio rumbo. Todo queda muy distinto, pero bueno, ya lo encontraré.

jueves, 15 de enero de 2009

"El momento de la sensación verdadera"

El sueño ha sido quizá mi primera señal de vida en mucho tiempo. Ha sido un aviso.Quiso darme la vuelta, como a una persona que durante mucho tiempo se encontraba en el lado equivocado. Quisiera olvidar las seguridades sonambúlicas del estar despierto. Olvidar los sueños siempre fue fácil. Perder las seguridades, que no son otra cosa que los sueños de otros.

Peter Handke. El momento de la sensación verdadera.

¿Sueño o pesadilla?


Cobija rosa

El pavimento estaba mojado, el cielo, aún negro, cubierto de nubes y el viento húmedo, cargado de recuerdos. Un día más el transporte, la gente caminando a pasos largos y absortos, el ruido sordo de la ciudad con prisa. En días así no queda más que fijar la vista en el suelo y dejarse envolver por la melancolía.
De pronto mis pasos se vuelven lentos; el tiempo se subleva y se niega a seguir su ritmo acostumbrado. Toma vida, no depende del reloj ni del la lógica, se vuelve un ente, tan tangible que me escupe. Se adelanta con su paso apurado y no puedo alcanzarlo por más que acelere, mi cuerpo se vuelve pesado, me duele del esfuerzo; los sonidos suenan rápidos, inquietantes y me asustan, me asustan tanto. Suenan tan fuerte que se conbinan, se empastan, se convierten en uno solo, son tantos y a las vez no son ninguno, son el único, el sonido del vacío. El tiempo oprime mi pecho y siento que caigo, veo un espacio infinito y caigo, todo se aleja... no queda nada, solo el sonido, el vacío.

domingo, 4 de enero de 2009

Empiezo a creer que el principal próposito de los "polícias" dentro de los museos es el de impedir la concentración de los visitantes. Algunos , perfectamente conscientes de ello, se empeñan en cumplir su misión con acosadoras miradas paranóicas y con esos pequeños pasitos apresurados cada que alguien hace un movimiento en falso, otros, más inocentes, solo estorban la vista con sus cabeceos.
Pero hay que tener en cuenta que no solo ellos impiden la concentración, no, claro que no, pues a su lado están los secumberris a los que sus maestras forzan a tomar apuntes (no importa qué tipo de exposición sea la impuesta, están obligados a copiar hasta las fichas de los cuadros) , y los niños a los que sus papás les quieren meter "cultura" hasta por las narices, o simplemente no tuvieron donde dejarlos. Ahh, y hay que darle su lugar a las señoras que insisten en demostrar su vasto conocimiento dándo una explicación o referencia exacta para cada pieza.

En fin, a pesar de tantos impedimentos, algunas exposiciones logran sobreponerse y se imponen ante el barullo. Es raro encontrarlas, pero existen, y una se presenta justo ahora en el Munal. Tras varias recomendaciones confiables, me decidí a ver la exposición "La invención de lo cotidiano", y definitivamente valió la pena.
Después de mis dudas sobre si en este mundo tan agitado había tiempo para el arte, esta exposición vino a recordarme que el arte mismo se hace tiempo cuando crea esa realidad alterna en la que el tiempo sobra, en la que no significa nada, en la que todo el mundo se calla -- no hay polícias, ni secunberris, niños ni señoras-- y lo único que queda es un diálogo mudo y profundo entre esa parte abstraída de la "realidad" que se convierte en otra distinta y nueva, y esa parte del individuo que la obra despierta y con ello, sin lugar a dudas, aprende a ver una brecha en la realidad que nunca olvida.
Las imágenes son bastante malas, pero es el único video que encontré de esta canción con buen audio.



viernes, 2 de enero de 2009

Luché lo más que pude contra las supersticiones Año nueveras, pero no pude, a última hora me puse a limpiar mi casa y a bañar a mi perro sin descanso. Fiuf, ahora mi casa va a estar limpia todo el año, ó quién sabe, a lo mejor lo que pasa es que me la voy a pasar obsesionada limpiando todo el año.