Luché lo más que pude contra las supersticiones Año nueveras, pero no pude, a última hora me puse a limpiar mi casa y a bañar a mi perro sin descanso. Fiuf, ahora mi casa va a estar limpia todo el año, ó quién sabe, a lo mejor lo que pasa es que me la voy a pasar obsesionada limpiando todo el año.
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