lunes, 30 de junio de 2008

AHHHHHH! Crisis total, no puedo abrir Photo shop!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Es extraño como las cosas que en algún momento lo eran todo, de repente se vuelven extrañas e irreconocibles. Es bien sabido que la memoria es traicionera, pero por lo visto también lo es el corazón.

jueves, 26 de junio de 2008

It was awful, he cried, awful, awful!
Still, the sun was hot. Still, one got over things. Still, life had a way of adding day to day.

Mrs. Dalloway. Virginia Woolf.
Chale!!!! Ayer me robaron en el súper. Chale, chale, chale, uno ya no sabe dónde está seguro. Lo único que vi fue a una señora corriendo, pero como me dio miedo estar equivocándome de persona no corrí tras ella después del empujón. Con toda la civilidad (por no decir estupidez y sentirme un poco mejor) del mundo, fui con los policías y el gerente de la tienda que desde ayer odio oficialmente -- cómo no estoy en radio ni tele puedo darme la libertad de llamar por su nombre -- : la Comercial mexicana. Pues he de decir que su ayuda no sirvió de mucho, aparte de la mirada de lastima que me dirigieron tanto ellos como los que escuchaban de lejos lo que me pasaba, no me devolvieron más que mi bolsa vacía. Chale, pues por la gracia de algún pendejo no tengo ya credencial de la UNAM (no descuentos), credenciales de las bibliotecas (no libros en vacaciones), facturas para deducir (más impuestos), tarjeta de débito (no acceso a dinero), cartera con estampita de los Smashing Pumpkins, boletos de metro, tarjeta del metrobus (esa que tanto trabajo me costó conseguir), ni teléfono celular (lindo crédito perdido), y lo más importante confianza en los supermercados ni en las señoras gorditas bonachonas de chalequito bordado.
Aprovecho este recuento de los daños para mencionar que también perdí las uvas que con tanto empeño había escogido y puesto en mi carrito para llevar -- de hecho, fue justo el empeño en esta empresa lo que me convirtió en el sujeto perfecto para sus fechorías --, ahhhh de solo recordar el dolor al separarme de ellas con mi bolsa saqueada entre las manos se me pone la carne de gallina.

martes, 24 de junio de 2008

¿Qué se puede decir después de escuchar Tower of song?



Solo puedo decir lo que COMING BACK TO YOU

Even in your arms I know I'll never get it right.
Even when you bend to give me Comfort in the night
I've got to have your word on this
Or none of it is true
And all I've said was just instead of Coming back to you.

Según los ilustrados en su magna Enciclopedia "La mujer parece haber quedado fijada en la etapa de la imaginación. No tanto la imaginación que contribuye genéticamente al conocimiento, como a la que , siempre engañosa, nos hace tomar los deseos por realidades, la que lleva sin cesar al extravío, la que hace surgir los fantasmas. Dueña del error y de la falsedad, la imaginación está marcada por el sello de la infancia. Ésta es la razón por la cual la fijación del espíritu femenino al estadio imaginativo explica que se mantenga siempre niña, frágil, incontrolable. (...) (Como) la mujer está siempre en la infancia es incapaz de ver nada que esté fuera del mundo cerraqdo de la domesticidad que le ha legado la naturaleza, y resulta que en éste no puede practicar las "ciencias exactas". Aparte de la relativa a sus deberes, la única ciencia que debe conocer es la que, sobre la base del sentimiento, tiene por objeto a los hombres que le rodean y, sobre todo a su esposo."

Las mujeres en las obras filosóficas del siglo XVIII en Historia de las mujeres. Dirección de Georges Duby y Michelle. Perrot.




Para mí, esto de la lectura y la escritura no ha sido más que un intento de auto-reconocimiento. Todos estos intentos de escribir y leer siempre han tenido la única finalidad de descubrir en mí eso que me hiere y a la vez me impulsa día con día. Hoy releí mi post anterior: tartamudea y duda. Cuando lo escribí no tenía muy claro cuál era mi intención al hacerlo, solo sabía que lo necesitaba, no sabía si escudarme en el humor, en la crítica o en el academicismo.
Hoy sé que me fue tan difícil escribirlo porque representó un paso adelante en ese auto-reconocimiento. Si bien hoy no hay tanta desigualdad objetiva entre los géneros, hay una que se ha marcado en lo más profundo de nuestra conciencia. Llevo un par de semanas odiando mujeres, odiando a esas que pierden infinidad de tiempo en cuidar su aspecto, que se prohiben cosas deliciosas por no aumentar de peso, que prefieren hablar de hombres que leer un libro o ver una película, que están más interesadas en dar una imagen que en construirse ellas mismas, que compiten por aceptación, en fin todo eso que nos conserva atadas al mundo en que se nos ha colocado históricamente. Pero, el gran problema aquí, es que lo que he odiado al odiarlas es a mí. He pasado una pésima semana descubriendo más y más partes mías que no son mías, que son producto de todo eso que pasó antes de mí; descubriendo cómo estoy marcada por cosas que ni siquiera había notado, o que si las noté en algún momento pensé que eran únicas manías u obsesiones.
Estoy incomoda con todo esto, no sé cómo acomodar esta nueva realidad en mi vida diaria, no sé cómo dejar de preocuparme por verme bien; no puedo dejar mi crema contra arrugas, ni dejar de sentir culpa cuando como grasa; no puedo dejar de sentir vergüenza si mi casa está sucia cuando alguien entra (de repente la limpieza más que cosa de comodidad se convierte en cuestión de opinión pública); no sé dejar de ver a otras mujeres como competencia y a los hombres como reforzadores de mi auto estima; no sé, no sé, no sé. De repente veo a mis alumnitas y las odio por ver en ellas el tiempo que perdí a su edad en vanidades y me pregunto si debo aconsejarles, pero me enoja esa actitud, ¿quién dice que esto que estoy pensando es aconsejable o mejor? no sé, pienso que si esto ha de llegarles en algún momento, les llegará cómo a mí, inesperadamente, aunque eso tal vez sólo sean pretextos de mi inseguridad o de mi competencia.
No sé, por ahora solo puedo decir que no me siento muy contenta conmigo, pero que ya podré ir incorporando a mi vida todo esto, solo no quiero volverme contra mí, como dice Hemingway, como hacen las serpientes cuando su espina dorsal se rompe, porque no está siendo fácil.

jueves, 19 de junio de 2008

"Soy super mala, ando con cuatro chavos!!" Un impulso por cachetearla hizo retumbar mis huesos. Supongo que esas cosas son las que le conservan la mala reputación a nuestro genero. Aunque igual hay que preguntarse quiénes son los que sostienen esa reputación,¿ homres o mujeres?

Hace mucho tiempo que temía que me llegara la época de la "reflexión de géneros". Siempre me he --¿había?-- sentido muy orgullosa por ser antifeminista, me generaba mucho enojo ver que había mujeres que salían a exigir nuestros derechos, a declarar, tantas veces como se pudiera, nuestra igualdad. Me enojaba porque, de algún modo, el estar recordándole al mundo que somos iguales implica, a la vez, aceptar que no lo somos. La necesidad de gritar al mundo ese tipo de cosas me pareció siempre un poco snob, "¿quién se creen para hablar por mí y decir lo que según ellas TODAS queremos decir?"

Estos días, esa época que tanto temí, me ha llegado. Todo empezó con la lectura de A Room of One´s Own de Virginia Woolf. Una mujer como yo, que nació en una época en que se goza de una cierta igualdad de oportunidades y derechos, se vuelve a veces incapaz de ver que no siempre fue así (bueno lo digo por mí, debe haber otras más avispadas), de repente, caí en cuenta, y no porque no supiera que antes no se permitía a la mujer estudiar, votar, hablar..., sino que, no sé cómo, por fin me dí cuenta de lo que esto significaba en la vida de todas nosotras que ya no nos tocó vivir eso.

Había escuchado muchas veces eso de que "el mundo donde vivimos fue creado por hombres y por lo tanto la medida de todas las cosas es él" , pero siempre me sonó un poco paranóico (que quede claro que eso que dicen algunas sobre de que el deseo que podemos sentir viene de la "falsa conciencia" que se nos ha creado por vivir en ese mundo de hombres, es algo con lo que NO estoy de acuerdo) --siento un poco de miedo mientras escribo esto, porque temo herir suceptibilidades, además como es un tema que manejan gentes de letras y académicos, temo encontrar algún airado comentario que ponga en evidencia mi ignorancia sobre el tema ( cosa que además no niego) citando chorromil autores y libros de feminismo, pero en fin, continuo solo porque necesito escribirlo (tengo que confesar que llevaba días queriendo escribir esto y por el mismo miedo terminé todos los días bajando cualquier tontería que no necesitaba para postergarlo, de hecho ahora me estoy saliendo por la tangente con este comentario, así que mejor sigo... por cierto, para evitar confusiones me quedé en: "pero siempre me sonó un poco paranóico"--, pero esto no es tan lejano a la realidad. Todo el cuerpo de literatura y filosofía que existe en el mundo es, en parte registro de cómo el hombre percibe su mundo y en parte lo que ocasiona que estas percepciones vayan cambiando (representación y realidad están inevitablemente relacionadas, una afecta a la otra tanto como la otra afecta a la una); y la mujer siempre ha tenido un papel primordial en éstas, no como productora, sino como representación. Tomando en cuenta que una representación está determinada por la historia personal del sujeto, es decir por su subjetividad, lo que incluye miedos, anhelos, deseos, sueños, ideales... entonces es fácil ver que la mujer representada era y es producto de éstos, y siguiendo la idea de que las representaciones contribuyen a la construcción de la realidad, puedo decir que parte de nosotras nació no de la costilla, sino de los miedos, anhelos, deseos... de los hombres.

ME SALVÓ LA CAMPANA, YA ME TENGO QUE IR, PERO ME PROMETO TERMINAR MAÑANA, sirve que ordeno más mi ideas.

martes, 10 de junio de 2008

Vino a visitarme un buen amigo, me llenó de gusto verle, desfortunadamente el gusto no fue compartido por mi perro. Saludablemente hizo manifiesto su enojo, comenzó con pequeños lloriqueos por aquí y por allá, pero al ver que no dieron mayor resultado, emprendió una carrera desenfrenada por toda la casa, luego cometió actos vandálicos de lo peor y como mi amigo no se iba tuvo que hacer uso de su más letal recurso: se le montó en la pierna cínicamente.
La verdad es que el movimiento de su cadera me causó un poco de risa, pero mi risa fue detenida súbitamene al ver la expresión "algo" molesta de mi amigo así que tuve que empujar a mi perro aumentando su enojo.
En fin, el incidente no pasó a mayores, pero sí me hizo pensar en las diferencias entre las reacciones humanas y las caninas. He oído muchas historias de celos de perros, también de changos, es más, hasta de gallinas. Supongo que esta cuestión de los celos es más natural (natural de naturaleza no de normalidad) de lo que nos gusta creer, la diferencia es que los animales no tienen el menor empacho por demostrarlo mientras que nosotros sí. Los celos han sido terriblemente satanizados, pareciera que nos empeñaramos en creer que "nosotros los civilizados" lo único que debemos ser capaces de sentir es amor, amistad, cariño, caridad....ya saben, todo eso que demuestre nuestra naturaleza "superior". No sé en qué aciago momento de la historia se decidió que debíamos, a toda costa, evitar cualquier manifestación de nuestra animalidad, aveces me parece que en el fondo sabemos que eso de que somos animales "racionales" es tan insostenible que, como buenos obsesivos, nos creamos toda una serie de rituales para poder creernosla.
No sé, pero para mí esto de refrenar todas mis reacciones y hablar calmadamente cuando quisiera correr, morder o montarme sobre alguien me enloquece.

lunes, 9 de junio de 2008