Estoy sentada frente al monitor esperando saber qué escribir y lo único que sé es que siento una bola enorme que me nubla la vista y no deja salir nada.
Me acuerdo una y otra vez de todas las veces que esperaba a mi papá enrrollada bajo el escritorio, o cuando me alejaba de él tras un desplante y me sentaba en las escaleras o en algún rinconcito y pensaba que así se daría cuenta de cuánto lo necesitaba, pero no, no llegó. Traté de ser buena, de ser servicial, quería que me notara, quería que se acercara aunque fuera por culpa, ¿cómo podría no sentirse mal de que a pesar de todo yo siguiera siendo buena?¿cómo podría no notarme así? ¿cómo mi paciencia y sacrificio podría no superar los gritos de mi hermana?
No, no los superó. Pero los tiempos cambiaron y ella se alejó, entonces vino mi tiempo, él me buscó, me sentí feliz, un plato de segunda mesa, pero un plato de segunda mesa feliz, incomodamente feliz. Igual no duró mucho, aparecieron su mujer, su trabajo, su nueva hija...
Dicen que no soy madura porque esto me sigue doliendo, porque no lo he superado, porque no le he perdonado "todos cometemos errores, él fue un buen padre, siempre te dio todo".
Qué más da, igual no sería tan grave si se hubiese quedado ahí, en el pasado, si no se repitiera cada vez que quiero a alguien, si no siguiera con gente que está y no está, si tuviera claras las cosas, si no me la pasara justificando todo, si no siguiera pensando que es mi culpa cuando no están, que exijo demasiado, que no soy suficiente.
Hoy me duelen, me duelen mucho las noches que lloré porque él había roto de nuevo su promesa, estaba drogandose otra vez, porque sabía que no iba a llegar, porque yo tenía mucho miedo. Al otro día tenía que olvidarlo, tenía que decirme que no pasaba nada, si me daba un abrazo todo estaba bien. Era mejor eso a darme cuenta que no tenía la voluntad para irme, que no podía igual que no podía decirle a mi papá que lo necesitaba, que me lastimaba; igual que no podía dejar de esperar que me abrazara, que me sacará del agujero en que me había escondido cualquier día.
Cómo me duele esperar cosas que no van a pasar, ver a cuántas mujeres un hombre les dice que son lo más importante y que pueden hacer lo que sea por ellas y que... suena tan cursi, y tan estúpido y tan... tan... pero lo quiero, quiero la estúpida historia romántica que crecí creyendo, quiero al príncipe que me saque del estúpido hoyo en el escritorio, quiero a mi papá, no al mío, al que yo quería, quiero que me quieran.
Quiero dejar de ser la niña abandonada, quiero recuperar mi voluntad, quiero fuerza para hacer lo necesario, quiero claridad y quiero huevos.
2 comentarios:
Ya lo tenés... admitiste que querés.
Empezá con una dosis refrescante de amor para con vos.
El Universo te dará lo que es tuyo, con amor.
abrazotes
hola lis, te extraño y te extraño un buen, necesito hablar contigo, reirme contigo un rato, es más reirnos de nosotros mismos puede servir tmbn como ya lo ha hecho jeje. Nos hace falta un buen café o algo así para pasar un tiempecito platicando. Te Quiero reteharto lis y espero verte pronto...
besos...
bye
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