Tuve uno de esos sueños a los que me gustaría mudarme.
Iba con un par de mujeres cuando veíamos a otra vestida de princesa en un balcón, un gran espectaculo callejero estaba por comenzar.
Una especie de arlequín llegó dando grandes saltos, usaba un traje negro ajustado, una mascara de un metal oscuro y llevaba un par de rosas negras para su espectaculo. Lo ví con ojos de borrego enamorado mientras las que iban conmigo me empezaban a arrastrar para que nos fueramos, me jalaban un brazo y yo extendía el otro a "mi arlequín". Cortó el tallo de una de las rosas negras que llevaba y me lo dio (yo comprensiva pensé: ¡Claro, no puede darme la rosa porque la ocupa en escena, pero el tallo es aún más romántico!!). Luego estiró su brazo y me levantó heróicamente, me dio un par de vueltas y luego me besó "como un sueño". Con voz suave me preguntó: "Ahora ¿cómo se llamará este zaguán?" Extrañada le contesté: "pues zaguán"
Con la boca torcida replicó: "¡¿pero cómo?!! ¡Si aquí nos hemos dado nuestro primer beso?!!!"
Logicamente dije yo: "Ah, pues entonces que se llame el beso del primer muro. ¡Ay no, digo, el muro del primer beso".
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