lunes, 7 de julio de 2008

De repente uno se encuentra con que pagar impuestos, el piso con olor a pino y un sueldo mensual no son suficientes para mantener al vacío lejos.

En el camino uno toma lo que puede, por conveniencia, miedo, decidia... lo que se elige es celoso, aleja a lo que se deja. Lástima que no se quede perdido en el pasado (como debería de ser), se queda ahí, sigue detrás y su recuerdo esta destinado a atormentar hasta el fin de los tiempos.
¿porqué será que la memoria se pierde tan rápido mientras que el remordimiento no se aleja?

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