jueves, 19 de junio de 2008

"Soy super mala, ando con cuatro chavos!!" Un impulso por cachetearla hizo retumbar mis huesos. Supongo que esas cosas son las que le conservan la mala reputación a nuestro genero. Aunque igual hay que preguntarse quiénes son los que sostienen esa reputación,¿ homres o mujeres?

Hace mucho tiempo que temía que me llegara la época de la "reflexión de géneros". Siempre me he --¿había?-- sentido muy orgullosa por ser antifeminista, me generaba mucho enojo ver que había mujeres que salían a exigir nuestros derechos, a declarar, tantas veces como se pudiera, nuestra igualdad. Me enojaba porque, de algún modo, el estar recordándole al mundo que somos iguales implica, a la vez, aceptar que no lo somos. La necesidad de gritar al mundo ese tipo de cosas me pareció siempre un poco snob, "¿quién se creen para hablar por mí y decir lo que según ellas TODAS queremos decir?"

Estos días, esa época que tanto temí, me ha llegado. Todo empezó con la lectura de A Room of One´s Own de Virginia Woolf. Una mujer como yo, que nació en una época en que se goza de una cierta igualdad de oportunidades y derechos, se vuelve a veces incapaz de ver que no siempre fue así (bueno lo digo por mí, debe haber otras más avispadas), de repente, caí en cuenta, y no porque no supiera que antes no se permitía a la mujer estudiar, votar, hablar..., sino que, no sé cómo, por fin me dí cuenta de lo que esto significaba en la vida de todas nosotras que ya no nos tocó vivir eso.

Había escuchado muchas veces eso de que "el mundo donde vivimos fue creado por hombres y por lo tanto la medida de todas las cosas es él" , pero siempre me sonó un poco paranóico (que quede claro que eso que dicen algunas sobre de que el deseo que podemos sentir viene de la "falsa conciencia" que se nos ha creado por vivir en ese mundo de hombres, es algo con lo que NO estoy de acuerdo) --siento un poco de miedo mientras escribo esto, porque temo herir suceptibilidades, además como es un tema que manejan gentes de letras y académicos, temo encontrar algún airado comentario que ponga en evidencia mi ignorancia sobre el tema ( cosa que además no niego) citando chorromil autores y libros de feminismo, pero en fin, continuo solo porque necesito escribirlo (tengo que confesar que llevaba días queriendo escribir esto y por el mismo miedo terminé todos los días bajando cualquier tontería que no necesitaba para postergarlo, de hecho ahora me estoy saliendo por la tangente con este comentario, así que mejor sigo... por cierto, para evitar confusiones me quedé en: "pero siempre me sonó un poco paranóico"--, pero esto no es tan lejano a la realidad. Todo el cuerpo de literatura y filosofía que existe en el mundo es, en parte registro de cómo el hombre percibe su mundo y en parte lo que ocasiona que estas percepciones vayan cambiando (representación y realidad están inevitablemente relacionadas, una afecta a la otra tanto como la otra afecta a la una); y la mujer siempre ha tenido un papel primordial en éstas, no como productora, sino como representación. Tomando en cuenta que una representación está determinada por la historia personal del sujeto, es decir por su subjetividad, lo que incluye miedos, anhelos, deseos, sueños, ideales... entonces es fácil ver que la mujer representada era y es producto de éstos, y siguiendo la idea de que las representaciones contribuyen a la construcción de la realidad, puedo decir que parte de nosotras nació no de la costilla, sino de los miedos, anhelos, deseos... de los hombres.

ME SALVÓ LA CAMPANA, YA ME TENGO QUE IR, PERO ME PROMETO TERMINAR MAÑANA, sirve que ordeno más mi ideas.

2 comentarios:

atila dijo...

Aplausos:

clap clap clap

Rojo dijo...

hey!!! ya es domingo y aun no has terminado!!!
jaja!