martes, 17 de noviembre de 2009

Cualquiera pensaría que enojarse es de lo más sencillo, pero no, al menos no para todos, y aquí estoy con un montón de enojos rezagados que no sé sacar. Estoy tomando una terapia algo rara, bueno diferente a las que tomado (qué bueno porque esas siempre terminé abandonándolas).
Se trata de sacar esas emociones que se quedaron...cómo decirlo...atascadas y están ahí como almas en pena roendo (del verbo roer, que no sé si se dice así) el alma (energía, ser, karma o cómo sea que le llamen o se llame) y el cuerpo. Y lo más cagado es que terminé golpeando en paños menores un cojín para sentir mi enojo, pero cuando empezaba a sentirlo me daba no sé qué y me ponía a llorar como Magdalena.
Me parece raro que mi cerebro haya encontrado la manera de bloquear algo tan instintivo como el enojo, debo de haber sido muy bien entrenada. La "cultura" y la sociedad deben estar muy orgullosos de mí, soy la pruba viviente de que los instintos se pueden aplastar.
Lástima, lo malo que la cultura no diga qué se hace con los dolores de espalda y cabeza, con las depresiones ni con el nudo en el pecho, porque si lo hubieran dicho me estaría ahorrando pegarle a un cojín en pelotas.

5 comentarios:

Sergito dZ dijo...

creo que precisamente a la sociedad le cuesta trabajo muchas veces lidiar con sus propios enojos y sobre todo con sus instintos. Ya sea que lo manifieste en represión, o que simplemente se haga como que no existe aquel problema que le aqueja, por temor a no saber cómo contenerlo si llegara a sacarlo a la luz. A pesar de lo graciosa que pueda ser la técnica que cada uno utilice para el manejo de la ira, no la abandones si ves que te sirve. Sin embargo te recomendaría que en lugar de golpear una almohada (por más terapéutico que pueda ser) mejor te armes de valor y confrontes aquellos obstáculos que te limitan o que te impiden crecer como persona. No te limites a ti misma al no dejarte hablar por miedo a lo que la sociedad piensa o quiere de ti; Siempre he respetado tu opinión por ser palabras que salen sinceramente de tu interior y no solamente oraciones al azar que se olviden fácilmente minutos después de ser escuchadas.

atila dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
atila dijo...

A veces, pero sólo a veces, el azar es tan memorioso que lastima y nos recuerda que nuestras ganas por vivir en un mundo absolutamente ordenado pueden ser un instrumemtpo de represión, quizás por eso al caos, a lo aleatorio, se le ve como el enmigo a vencer.De repente se abre una página se escoge una oración al azar y nos recuerda cada cosa...El instinto tiene que ver con el caos, con eso que sale del "interior" y desborda los filtros del orden, ese caos que nos enseñan a bloquear en aras de alcanzar lo "cósmico", el "orden", el crecimeinto espiritual...como persona...Onda pare de sufrir o meditación trascendental y tantas cosas del tipo, que igual y te funcionan...puedes probar...

Por otra parte, al menos en el tono de lo que aquí escribes,se percibe cierto gusto en lo "ridículo", nótense las comillas pues me parece que no lo es, de tu propia imagen en pelotas golpeando un cojín. A juzgar por ese tono, supongo que sí te relajaste y si no, por lo menos te reíste...aunque lo más seguro es que me equivoque

"Es de kilos rápida la cuadra"

Es una de esas frases que, al menos a mí, se me ha quedado grabadas, se armó de un mvimiento brusco en un autobus.

Lisandra Ramírez Carrillo dijo...

Sí me relajé, y sí me reí también. Me parece algo ridículo necesitar de un terapeuta para que te enseñe (¿re-enseñe?) a hacer algo que efectivamente venía en el paquete al nacer. Parecería que golpear en pelotas es algo muy sencillo, yo necesito un guía para ello. No me quejo, me parece cómico, pero está bien, volveré a apreneder, quién sabe igual después ya no hay quien me pare. CAAAAAAOS!!!!!!!! (aunque sea un poquito, porque luego me pongo fresa)

Anónimo dijo...

yo no lo veo como que necesites un guía, sino que hay detonadores que nos ayudan a recordar eso que, como tú dices, venía en el paquete...puede ser un sonido, una sensación, algo producido por un objeto inanimado al que, sólo por costumbre, se le podría llamar guía...:D