lunes, 4 de agosto de 2008
Ser una hidra es fácil pero matarla no, porque si bien hay que matar a la hidra cortándole sus numerosas cabezas es preciso dejarle por lo menos una, puesto que la hidra es el mismo Lucas y lo que él quisiera es salir de la hidra pero quedarse en Lucas, pasar de lo poli a lo unicéfalo. Ahí te quiero ver, dice Lucas envidiándolo a Heracles que nunca tuvo tales problemas con la hidra y que después de entrarle a mandoble limpio la dejó como una vistosa fuente de la que brotaban siete o nueve juegos de sangre. Una cosa es matar a la hidra y otra ser esa hidra que alguna vez fue solamente Lucas y quisiera volver a serlo.
Julio Cortázar. Un tal Lucas.
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3 comentarios:
ole! buen texto, gran foto y enormes las fotos abajo... se acaba el tiempo, se acercan los adolescentes... estas lista?
Nooooooo! ya que me había acostumbrado al tiempo libre y estaba sacando muchas fotos valió madres, ya hay que regresar.
por primera vez, en mucho tiempo buena foto
en fin; por fin
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